VIERNES 22 MARZO. YA ESTÁN PISANDO NUESTROS PIES…

YA ESTÁN PISANDO NUESTROS PIES…YA ESTÁN PISANDO NUESTROS PIES

Hoy  de camino a la pascua, ya en los umbrales de la pascua, la palabra nos sitúa en el fondo de la cuestión. Se nos muestra los porqués de querer acabar con Jesús. Me ha llamado la atención de la Palabra de Dios de hoy tres elementos:

–          PIEDRAS: agarraron piedras… quizá no les hiciera falta porque la piedra más dura la tenían dentro: su corazón. Un corazón de piedra incapaz de reconocer a Jesús, ni siquiera aceptando sus obras …pasó haciendo el bien… Un corazón de piedra que no nos deja sentirnos y ser hijos de Dios. ¿Tú también agarras piedras? y tú corazón de piedra ¿cómo lo estás preparando para los días que vienen? Dame fe recta Señor para no agarrar piedras sino para cambiar mi corazón de piedra.

–          CREER: ni a Jesús ni a sus obras… ¡Imposible! que difícil es mirar más allá, remar mar adentro, dejar esquemas… Pero hoy más que nunca necesitamos CREER: para soñar esperanzados, para ponernos en camino, para mirar la vida de otra manera. Dame fe recta Señor, para creer en ti y en tus obras, y en las obras que haces en cada uno. Dame fe recta que devuelva a mi vida los sueños, la esperanza de ser y de vivir como lo que soy: HIJO/A DE DIOS.

–          MARCHAR: se marchó de nuevo… a las afueras, con los que no cuentan, donde recuperamos lo original de nuestra experiencia cristiana. Y tú ¿te quedas en tu comodidad, en tus seguridades? ¿por qué no te pones en camino?

Cambia Señor nuestro corazón de PIEDRA, para CREER y vivir como lo que soy, como HIJO DE DIOS y después de esta pascua MARCHAR, con paso firme, con pie descalzo hacia ti y hacia mis hermanos. DAME FE RECTA.

Fr. Salva ofm

“Con todo mi CORAZÓN”

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Durante todo este tiempo de cuaresma, tiempo de desierto… Dios nos ha ido hablando al corazón, él siempre directo al centro, al eje del cual parten todas nuestras acciones.

El tiempo de preparación va tocando su fin, y quizás es un buen momento para pararte y preguntarte ¿Tengo el corazón dispuesto, abierto para vivir con hondura y verdad el misterio central de nuestra FE? ¿Estoy viviendo con pasión o con desidia?

Quizás este texto de M. Spínola: (fundador de la Congregación de las Esclavas del D.C.)a la cual pertenezco te puede ayudar en este último tramo de la cuaresma:

“… el corazón es el trono y como el asiento de todos nuestros afectos…”

Quien dice corazón dice amor; pues en verdad el oficio propio del corazón es amar, como lo es alumbrar de la luz, como lo es el quemar del fuego, y como lo es del entendimiento razonar y discurrir. Pero los amores se distinguen unos de otros bajo muchos aspectos; su grado de intensidad, su manera de expresarse, su índole y naturaleza les dan matices, y aún condiciones muy diversas; resultando de aquí que así como nos diferenciamos unos de otros los hombres por la fisonomía, así por los amores se diferencian los corazones humanos.

            Corazones egoístas, corazones metalizados, corazones de tierra, corazones de fango, corazones generosos, corazones nobles, corazones desinteresados, corazones magnánimes, corazones rectos, corazones soberbios, corazones humildes… he aquí como para muestra, las múltiples denominaciones que a los corazones solemos dar, y que establecen entre ellos muros de separación, porque no hay duda que media un abismo entre un corazón egoísta y un corazón desinteresado, entre un corazón ruín y un corazón generoso, entre un corazón grande y un corazón estrecho, etc.”

  • Relee el texto de M. Spínola, deja que te resuene por dentro y con sinceridad pregúntate: ¿cómo anda tu corazón? ¿Con cuál de estos matices te identificas más? ¿con qué intensidad estás amando…? ¿Qué grado de implicación…?

MIÉRCOLES 20 Marzo: ¿Qué te pide Dios hoy?

Un día un amigo me confesó que la canción que más le ayudó en su vida decía: «Si no eres tu, ¿quién sería? Si no es ahora, ¿para cuándo?». El final de la Cuaresma, a la que vamos llegando, puede ser la invitación para hacernos conscientes de cuál es la misión que Dios nos pide hoy.

Si, como decía San Ignacio de Loyola en los Ejercicios Espirituales, el hombre ha sido criado para que todo lo que haga sea para mayor gloria de Dios, este video que os propongo nos puede ayudar a pensar. Puede que muchas veces queramos salir de nuestra realidad, cambiar de aires y salir corriendo. Pero si lo hacemos dejaremos de dar vida a nuestro alrededor. No podremos dar color a todo lo que nos rodea.

Nubar sj

MARTES, 19 DE MARZO: ESOS OJOS

Hoy ha sido un día lleno de acontecimientos… Desde quienes celebran el día de aquellos que nos hicieron, por su amor, llegar al mundo, hasta quienes tenían fijos los objetivos en nuestro Papa Francisco o pensaban en otro hombre de la Historia: el bueno de San José.

En medio de todo esto, sólo queda pensar y orar con aquello que nos pueda poner en línea con la sencillez de uno, con la bondad de otro, y con el paso de tantos en la historia del seguimiento de Jesús…

Sí, porque tal vez esto de ser cristiano no tenga otro secreto que mirar al mundo y a nuestros hermanos, los hombres, con los ojos de Jesús, siempre tan llenos de cariño y amor. Es la llave de la Cuaresma y de la vida entera.

Josemi, fsc

http://www.goear.com/listen/6338cfa/esos-ojos-irene-de-jesus-de-nazaret

Lunes 18: ¿tinieblas o luz?

«Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas,
sino que tendrá la luz de la Vida» (Jn 8,12)

LuzCuando éramos pequeños solíamos jugar a «tinieblas», escondiéndonos en la oscuridad. Ahora de mayores quizá seguimos con el juego, porque preferimos permanecer en la oscuridad, apartados de la luz. A veces, sutilmente, percibimos cómo nuestro corazón prefiere ocultar algunas cosas, cómo luchamos porque no salgan «a la luz» nuestras fragilidades, nuestros miedos, nuestros errores.

Con la fe nos pasa algo similar. Queremos que el Señor ilumine nuestra vida, e incluso oramos diciendo que «el Señor es nuestra luz», mientras sólo dejamos que Él alumbre algunos aspectos de nuestra vida, sólo aquellos que nos gusta «lucir». Mantenemos otros en las tinieblas, donde no permitimos que entre su luz, nos da miedo o vergüenza mostrarle al Señor esas «oscuridades».

No nos damos cuenta de que él ha venido a iluminar toda nuestra vida, y que a través de toda ella —con su fragilidad incluida— es como pretende alumbrar nuestro mundo. Porque lo importante es su Luz, hagamos esta noche un ejercicio en nuestra oración: expongamos a la luz de su misericordia todo lo que somos, dejemos que el Señor ilumine TODA nuestra vida, también las tinieblas, para dejarnos transformar en reflejos de su Luz.

Buenas noches.

Guzmán Pérez Montiel, sdb

«MIRAD, voy a hacer algo nuevo, YA está brotando, ¿no lo notáis?» (Is 43, 19)

Cuando esta mañana escuchaba esta lectura en la Eucaristía, inevitablemente me venía al corazón, el momento del nombramiento del Papa Francisco I y su primera mirada silenciosa hacia la plaza de San Pedro abarrotada de gente. Sus palabras sencillas y su mirada tierna y sonriente, nos llenaron a todos de esta novedad que asomaba a la puerta de nuestra Iglesia.

Hoy me resonaba la palabra «YA»: es en el aquí y el ahora, donde algo nuevo está sucediendo, un cambio se está dando. Y la palabra «Mirad»: invitación a abrir los ojos y mirar el presente-futuro, allí donde el Señor: «hará brotar agua en el desierto, para dar de beber a su pueblo».

Un pueblo sediento de…

–  confianza en nuestro mundo y en nuestra Iglesia,

– palabras que hablen un lenguaje universal, que se traducen en gestos concretos y coherentes,

– verdadero encuentro sincero y en verdad,

buenas noticias que ensanchan el corazón y nos animan a avanzar,

humildad para saber reconocer y aceptar la limitación.

Es un tiempo para seguir soñando en la Iglesia, capaz de saciar la sed de nuestro pueblo, la que «reparte sus riquezas, lleva en su alforja nada más que el Evangelio y se descalza para andar en libertad».

Soñemos y hagamos realidad esta Iglesia al servicio, como una verdad que llega YA.

¡Buenas noches y felices SUEÑOS!

María Huertas, SAC.

brote de vida

Sábado 16 de marzo: Durante la cuaresma… ¡y más allá!

con los brazos abiertos

Comenzamos en este sábado que casi se hace ya domingo, la última semana de cuaresma, la última semana de nuestro camino a la pascua.

Los sábados por la noche para mí, son un momento especial. Si salgo a dar una vuelta con los amigos, es momento en el que te cuentas la semana, en el que parece que recopilas algo de lo vivido días atrás. Si no salgo, me busco un ratito por la noche, para hacer lo mismo, pensar en la semana que termina y mirar a la que empieza.

Pues así, casi terminando la cuaresma, me pasa éso hoy, que miro para atrás a estos cuarenta días que ya mismo terminarán, y veo que ha sido una cuaresma muy rara. Pero rara, por especial y distinta.

Y supongo -y creo, y espero…- que no sólo para mí, sino para todos los que de un modo u otro estamos embarcados en esta aventura de la fe. Y es que toda la historia de la renuncia de Benedicto XVI, el cónclave y la elección de Francisco, la han hecho que sea distinta. Muy distinta.

Ha sido una cuaresma, y éso que aún nos queda esta semana, en la que, de un modo u otro, hemos tenido más presenta a la Iglesia, al mundo, las necesidades de hoy en día, los retos a los que los cristianos nos enfrentamos. Nos hemos hecho conscientes de las responsabilidades que tenemos como Iglesia, del valor de la oración, del poder de la entrega, de las posibilidades que se abren cuando nos olvidamos de uno mismo y miramos a los demás. Ha sido una cuaresma en la que Dios se ha hecho mucho más cotidiano, más presente, más constante. Y ha sido genial.

Me encanta leer por aquí y por allí las muestras de amor y de esperanza que despierta el papa Francisco, como parece que llena de ilusión y de ánimo para vivir el día a día de nuestra condición de creyentes y los retos que nos esperan. Y eso me encanta… pero, reconozco, que también me da un poco de miedo… me da miedo que sea sólo la novedad, la noticia, y que cuando se cansen los medios de comunicación de hablar de él, también a nosotros se nos vaya esa ilusión, esas ganas, esa esperanza, esa pasión de la fe…

En el fondo es algo parecido a la cuaresma… me gustaría que todo lo vivido, rezado, pensado, soñado, leído, escuchado, sentido, proyectado, reflexionado, compartido… no se quedara ahí, que siguiera… primero en los días centrales de la Semana Santa que ya se nos acerca, y segundo, después, cuando los medios ya no hablen de Francisco, y nuestro día a día vuelva a ser cotidiano… que entonces sigamos buscando hacer a Dios el centro -normal, cotidiano, sin estridencias, sin sobresaltos- de nuestro día a día.

Buenas noches.. y buena última semana de cuaresma.

Vicente Niño, OP

¿ÁNGELES O DEMONIOS?

Ser cristiano es seguir a Cristo. Eso quiere decir que cada cristiano es un fiel reflejo de Cristo. Ser un fiel reflejo de su vida, de sus actitudes. Pero todos sabemos que eso, muchas veces queda lejos de nuestra realidad.

Si miramos detenidamente la vida de Cristo veremos como él vivió cuatro actitudes, entre otras muchas: humildad, bondad, empatía y justicia. Pero ¿Se puede decir eso de cada uno de nosotros, que muchas veces pasamos por la vida como si fuésemos ángeles perfectos, frente a otros que les vemos cómo demonios? Examinemos nuestra vida y veamos quién es quién.

 


Fr. David Alarcón. OCD

Jueves 14 de Marzo: Anunciar la resurrección

«Anunciar la resurrección no es anunciar otra vida, sino mostrar que la vida puede ganar en intensidad y que todas las situaciones de muerte que atravesamos pueden transformarse en resurrección. Creo que debemos intentar participar un poco en esta realidad, esto es, intentar convertirnos en hombres de resurrección, testimoniando una moral de resurrección como una llamada a una vida más profunda, más intensa, que finalmente pueda deshacer el sentido mismo de la muerte. Pienso que el lenguaje que debemos utilizar para dirigirnos  a los hombres es ante todo el ejemplo que debemos dar, el lenguaje de la vida: con este lenguaje lograremos que comprendan lo que significa resurrección.

Nos hacen falta profetas quizás un poco locos. Sí, porque la resurrección es una locura, y hay que anunciarla a lo loco. Debemos decir: «Cristo ha resucitado», y todos nosotros hemos resucitado en él. Todos los hombres; no sólo los que pertenecen a la Iglesia, todos. Y  entonces, si en lo más hondo de nosotros la angustia se transforma en confianza, podremos hacer lo que nadie se atreve a hacer hoy: bendecir la vida.

Hoy los cristianos son cada vez más minoritarios, casi en diáspora. ¿Qué relación tiene esta minoría con la humanidad entera?
Esta minoría es un pueblo aparte para ser reyes, sacerdotes y profetas; para trabajar, servir, orar por la salvación universal y la transfiguración del universo, para convertirse en servidores pobres y pacíficos del Dios crucificado y resucitado»

(O. Clément, cit. en En el drama de ¡a incredulidad con Teresa de Lisieux, Verbo Divino, Estella 1998).

Creo que ya hay suficientes palabras… Un deseo más antes de acabar el día… Que la Iglesia, de la mano del Papa Francisco, camine hacia la Pascua con paso firme y alegre. ¡Buenas noches!

Alba, ecsf

la-puerta